Si bien las distribuciones Linux hacen cada vez más completas y funcionales sus GUI (del inglés graphical user interface), la terminal siempre ha estado y estará allí para ayudarte y no lo contrario, como quizá hayas pensado. De hecho, en algunas distribuciones es el primer contacto entre el usuario y el sistema.
¿Cuando instalaste Linux por primera vez imaginaste que podrías administrar todo tu sistema desde una simple línea de comandos?. Si comienzas a usar la terminal con regularidad, no solo le perderás el miedo, sino que notaras que es una potente herramienta que permite mantener y en algunos casos hasta salvar tu instalación de esos indeseables problemas que ocurren justo después de una gran actualización del sistema, por solo nombrar un ejemplo.